Ahorrar es una
tarea fácil de decir pero difícil de hacer. Todos saben que ahorrar es una
actitud inteligente a largo plazo, pero de todas formas muchos tienen
dificultad para lograrlo. Ahorrar no significa únicamente gastar menos dinero,
si bien esto por sí solo también puede ser un reto. Los ahorradores
inteligentes también deben considerar cómo gastar el dinero quesí tienen
y cómo maximizar sus ingresos. Empieza mirando el paso 1 para aprender cómo
establecer metas realistas, mantener tus gastos bajo control y obtener los
mayores beneficios a largo plazo para tu dinero.
1.
1
1
Primero págate a ti
mismo. La manera más sencilla de ahorrar dinero consiste en primero
asegurarse de nunca tener la posibilidad de gastarlo. Separa una
parte de cada sueldo para depositarla directamente en una cuenta de ahorro o
jubilación y así evitarás el estrés y el aburrimiento de tener que decidir
cuánto dinero ahorrar y cuánto gastar cada mes. Básicamente, haciendo esto
ahorrarás de forma automática y el dinero que guardes cada mes lo podrás
utilizar de la forma que quieras. Con el tiempo, depositar aunque sea una
pequeña parte de tu sueldo en tu cuenta de ahorros te será de mucho beneficio
(sobre todo si tienes en cuenta los intereses), por lo tanto, debes comenzar lo
antes posible para así obtener la máxima rentabilidad.
·
Para gestionar la creación de un deposito automático, contacta al
personal de nómina de tu empleo (o si tu empleador utiliza uno, tu servicio de
nómina independiente). Si puedes brindar información de cuenta para una cuenta
de ahorros separada de tu cuenta corriente básica, probablemente puedas crear
un sistema de depósito directo sin ningún inconveniente.
·
Si por alguna razón no puedes crear un deposito automático para tu sueldo
(como por ejemplo, si trabajas de forma independiente o si te pagan
principalmente en efectivo), elige una cantidad específica de dinero en
efectivo para depositarla manualmente en una cuenta de ahorros cada mes e
intentaapegarte a esta meta.
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2
Evita acumular
deudas. Tener alguna deuda es algo inevitable. Esto se debe a que solo las
personas verdaderamente adineradas tienen dinero suficiente como para comprar
una casa mediante un solo pago, sin embargo, millones de personas pueden
comprar sus casas pidiendo un préstamo y devolviendo el dinero de a poco. Más
allá de esto, siempre que te encuentres en condiciones de evitar una deuda,
hazlo. Pagar una suma de dinero de forma adelantada siempre es más económico a
largo plazo que pagar un préstamo equivalente junto con los intereses
acumulados en el tiempo.
·
Si acceder a un préstamo es algo inevitable, trata de pagar el anticipo
más grande que puedas. Mientras más grande sea la parte del préstamo que puedas
pagar por adelantado, menos tardarás en pagar tu préstamo y menos dinero
perderás en intereses.
·
Si bien la situación financiera de cada persona es diferente, la mayoría
de los bancos recomiendan que los pagos de las deudas representen
aproximadamente un 10% de los ingresos antes de impuestos, aunque cualquier
valor menor al 20% se considera aceptable. Un porcentaje del 36% se considera
el "límite superior" para una cantidad de deudas razonable.[1]
3
Establece metas de
ahorro razonables. Es mucho más fácil ahorrar si sabes que tienes algo por lo
cual hacerlo. Ponte metas de ahorro que estén dentro de tu alcance
para motivarte a tomar aquellas decisiones financieras difíciles que son
necesarias para ahorrar con responsabilidad. Para lograr metas serias
como comprar una casa o jubilarse, podrías llegar a necesitar años
o décadas. En estos casos, es importante controlar tu progreso con regularidad.
Solo si das un paso hacia atrás y echas un vistazo al panorama general podrás
comprender cuánto has avanzado y cuánto te queda por recorrer.
·
Las metas grandes, como jubilarse, requieren mucho tiempo para
lograrlas. En el tiempo que pasará hasta que alcances estas metas, los mercados
financieros probablemente sean diferentes a los actuales. Antes de fijar tu
meta, deberás dedicar algo de tu tiempo a investigar cómo se comportará el
mercado en el futuro. Por ejemplo, si te encuentras en tus años de máximas
ganancias anuales, la mayoría de los analistas financieros dicen que una
persona necesita entre un 60% y un 85% de su ingreso anual actual para mantener
su estilo de vida actual cada año que viva como jubilado.[2]
4
Establece un marco
temporal para tus metas. Fijar límites de tiempo ambiciosos (pero
razonables) para lograr tus metas puede ser una herramienta motivacional muy
útil. Por ejemplo, digamos que fijas la meta de tener una casa propia dentro de
dos años a partir de hoy. En este caso, deberás investigar el costo promedio de
una casa en la zona que deseas vivir y empezar a ahorrar para pagar el anticipo
de la casa (como regla general, los anticipos normalmente no pueden ser
inferiores al 20% del precio de compra de la casa).[3]
·
Por lo tanto, en nuestro ejemplo, si una casa en la zona que buscas
cuesta alrededor de $300.000, necesitarás conseguir al menos 300.000 × 20% =
$60.000 en dos años. Esta podría ser una meta factible (o no), dependiendo de
tu nivel de ingresos.
·
Fijar plazos de tiempo es algo muy importante, en especial cuando se
trata de metas a corto plazo. Por ejemplo, si necesitas cambiar el sistema de
transmisión de tu coche, pero no puedes afrontar el gasto, deberás ahorrar el
dinero necesario para pagar la reparación tan rápido como sea posible para que
no te quedes sin forma de llegar al trabajo. Un plazo de tiempo ambicioso pero
razonable puede ayudarte a cumplir esta meta.
5
Mantén un
presupuesto. Es fácil comprometerse a metas de ahorro ambiciosas, pero si no
cuentas con una forma de hacer un seguimiento de tus gastos, descubrirás que es
muy difícil cumplirlas. Para tener un seguimiento de tus avances financieros,
intenta hacer un presupuesto de tus ingresos al principio de cada mes. Asignar
una parte de tus ingresos para todos tus gastos importantes de forma anticipada
puede ser útil para asegurarte de que no desperdicies dinero, sobre todo si
divides cada sueldo en función de tu presupuesto tan pronto como lo recibes.
·
Por ejemplo, sobre un ingreso de $3.000 mensual, es posible establecer
el siguiente presupuesto:
·
Vivienda/utilidades: $1.000
·
Préstamos para estudiantes: $300
·
Alimentos: $500
·
Internet: $70
·
Gasolina: $150
·
Ahorros: $500
·
Gastos varios: $200
·
Lujos: $280
6
Registra tus
gastos. Mantener un presupuesto ajustado es algo indispensable para
cualquier persona que pretenda ahorrar, pero si no realizas un seguimiento de
tus gastos, podrías descubrir que es muy difícil seguir tus metas. Contar con
un registro de tus distintos tipos de gastos mensuales puede ayudarte a
identificar las áreas "problemáticas" y ajustar tus hábitos de gasto
para ajustarte a tu presupuesto. Sin embargo, para llevar un seguimiento de tus
gastos deberás estar muy atento a los detalles. Si bien todos deben registrar
sus gastos importantes como el pago de la vivienda y las deudas, el nivel de
atención que debes dedicar a los gastos menores normalmente aumenta dependiendo
de la complejidad de tu situación financiera.
·
Puede ser útil que lleves una pequeña libreta contigo a todos los
lugares que vayas. Adquiere el hábito de registrar cada gasto y guardar tus
recibos (especialmente para tus compras importantes). Siempre que puedas, anota
tus gastos en un cuaderno o en un programa de hojas de cálculo para poder
mantener registros a largo plazo.
·
Ten en cuenta que hoy en día existen cientos de aplicaciones que puedes
descargar para tu teléfono y pueden ayudarte a mantener un seguimiento de tus
gastos (muchas son gratuitas).
·
Si tienes problemas de gastos serios, no tengas miedo de guardar cada
uno de tus recibos. A fin de mes, divide tus recibos en categorías y luego
contabiliza cada una. Quizás te sorprendas al ver cuánto dinero gastas en cosas
que son irrelevantes.
7
Comienza a ahorrar
tan pronto como puedas. El dinero que guardas para tu futuro en una
cuenta de ahorros normalmente acumula intereses a una tasa de porcentaje fijo.
Mientras más tiempo permanezca tu dinero en una cuenta de ahorros, más
intereses acumularás. Por lo tanto, es recomendable que empieces a ahorrar tan
pronto como puedas. Incluso aunque solo puedas destinar una cantidad muy
pequeña a tus ahorros cada mes durante tu juventud, hazlo de todas maneras. Las
cantidades de efectivo relativamente pequeñas depositadas en una cuenta que
produzca intereses durante largos periodos de tiempo pueden acumular una
cantidad de dinero de varias veces su valor inicial.
·
Por ejemplo, digamos que, trabajando en un empleo mal remunerado durante
tu juventud, con el tiempo llegas a ahorrar $10.000 y depositas ese dinero en
una cuenta de alta rentabilidad con una tasa de interés anual del 4%. Luego de
5 años, esto te dejará una ganancia de aproximadamente $2.166,53. Sin embargo,
si hubieses depositado este dinero un año antes, hubieses obtenido $500 más sin
realizar ningún esfuerzo adicional. Una suma pequeña, pero para nada
insignificante.
8
Considera
contribuir a una cuenta de jubilación. Si aún eres joven, enérgico y
saludable, jubilarse parece algo tan lejano que ni siquiera vale la pena pensar
en ello. Pero si eres más grande y ya empezaste a perder vigor, el retiro
podría ser lo únicoen lo que piensas. A menos que seas uno de los
pocos afortunados que esperan heredar una gran riqueza, ahorrar para la
jubilación es algo en lo que tendrás que pensar una vez que establezcas una
carrera estable. Cuanto más pronto, mejor. Como se señaló anteriormente, si
bien todos viven una situación diferente, es aconsejable planificar un
porcentaje del 60-85% de tu ingreso anual disponible para mantener tu forma de
vida actual por cada año que estés jubilado.
·
Si aún no lo has hecho, habla con tu empleador acerca de la posibilidad
de contribuir a un plan 401(k). Estas cuentas de jubilación te permiten
depositar de forma automática una cantidad determinada de cada sueldo a la cuenta,
lo que facilita mucho el ahorro. Además, el dinero que depositas en una cuenta
401(k) normalmente no está sujeto a los mismos impuestos que el resto del
dinero de tu sueldo. Por último, muchos empleadores ofrecen programas de
vinculación proporcionales junto con sus servicios 401(k), lo que significa que
vincularán un porcentaje determinado de cada pago.
·
A partir del año 2014, la cantidad máxima de dinero que puedes depositar
en un plan 401(k) por año es de $17.500. [4]
9
Haz investigaciones
del mercado de valores con cautela. Si has ahorrado con
responsabilidad y tienes algo de dinero extra a tu disposición, invertir en el
mercado de valores puede ser una oportunidad lucrativa (pero riesgosa) de ganar
dinero. Antes de invertir en acciones, es importante que comprendas que el dinero
que inviertes en el mercado de valores podría ser irrecuperable, sobre todo si
no sabes lo que haces. Por lo tanto, no uses esto como un método para ahorrar a
largo plazo. En cambio, debes ver el mercado de valores como una posibilidad de
hacer apuestas inteligentes con dinero que puedes permitirte perder. En
general, la mayoría de las personas no necesitan invertir en el mercado de
valores para poder ahorrar de manera responsable para su jubilación.[5]
10
No te desanimes. Cuando uno
experimenta problemas para ahorra dinero, es fácil asustarse. Tu situación
quizás parezca imposible de superar; quizás creas que no hay forma de ahorrar
el dinero necesario para cumplir tus metas a largo plazo. Sin embargo, sin
importar con lo poco que empieces, siempre existe la
posibilidad de comenzar a ahorrar. Mientras antes empieces, antes estarás en el
camino indicado para lograr la seguridad financiera.
·
Si te encuentras desanimado por tu situación financiera, considera
contactar a algún servicio de asesoramiento financiero. Estas agencias, las
cuales normalmente operan de forma gratuita o a un costo muy bajo, fueron
creadas para ayudarte a comenzar a ahorrar para que así puedas cumplir tus
metas financieras. La Fundación Nacional para el Asesoramiento Crediticio, una
organización sin fines de lucro, es un gran lugar para comenzar. [6]
11
Elimina los lujos
de tu presupuesto. Si tienes problemas para ahorrar dinero, es prudente comenzar con
esto. Muchos de los gastos que las personas dan por sentado en realidad no son
esenciales. Eliminar los gastos en lujos es un gran primer paso para mejorar tu
situación financiera ya que esto no repercutirá de manera significativa en tu
calidad de vida ni en tu habilidad para realizar tu trabajo. Si bien puede ser
difícil imaginar una vida sin un coche ostentoso y una suscripción de
televisión por cable, podrías llegar a sorprenderte de cuán fácil es vivir sin
estas cosas una vez que las quitas de tu vida. A continuación nombramos algunas
formas sencillas de reducir tus gastos en cosas lujosas.
·
Cancela la suscripción a los servicios de televisión o Internet.
·
Cambia a un servicio de telefonía más económico.
·
Vende tu coche caro por uno que tenga un consumo de combustible más
eficiente y un costo de mantenimiento menor.
·
Vende cualquier dispositivo electrónico que ya no utilices.
·
Compra ropa y muebles para el hogar en tiendas de segunda mano.
12
Busca una vivienda
más barata. Para la mayoría de las personas, los costos relacionados con la
vivienda constituyen el gasto más grande en sus presupuestos. Por este motivo,
ahorrar parte del dinero destinado a pagar la vivienda te permitirá destinar
una gran parte de tus ingresos a otras actividades importantes, por ejemplo,
ahorrar para tu jubilación. Si bien no siempre es sencillo cambiar tu situación
de vida, debes examinar con detalle los gastos relacionados con tu vivienda en
caso de que tengas problemas para equilibrar tu presupuesto.
·
Si alquilas, quizás puedas intentar negociar con el propietario de la
casa para conseguir un mejor precio. Debido a que la mayoría de los
propietarios quieren evitar el riesgo que implica buscar nuevos inquilinos, es
posible que puedas conseguir un mejor precio, sobre todo si tienes una buena
relación con el propietario. De ser necesario, pregúntale si desea que realices
algún trabajo (como jardinería o mantenimiento de la casa) a cambio de una
renta más barata.
·
Si te encuentras pagando una hipoteca, habla con tu prestamista acerca
de un refinanciamiento de tu préstamo. Quizás puedas lograr un mejor trato si
es que te encuentras en una buena posición. Cuando negocies el
refinanciamiento, intenta mantener el plan de pagos tan corto como sea posible.
·
También podrías considerar mudarte a un mercado inmobiliario más
económico. Según un estudio reciente, los mercados inmobiliarios más baratos en
Estados Unidos se encuentran en Detroit (Michigan), el condado de Lake
(Michigan), Cleveland (Ohio), Palm Bay (Florida) y Toledo (Ohio).[7]
13
Busca alimentos más
económicos. Muchas personas gastan mucho más de lo necesario en comida. Si
bien es fácil olvidarse de ahorrar cuando estás masticando una comida gourmet
en tu restaurante favorito, los gastos relacionados con la comida pueden llegar
a ser muy grandes si permites que se salgan de control. En general, comprar al
por mayor es más económico a largo plazo que comprar pequeñas cantidades de
comida. Si tus gastos alimenticios son muy altos, considera conseguir una
membresía en algún distribuidor minorista como Costco. Comprar porciones de
comida individuales en restaurantes es la opción más cara de todas, por lo
tanto, para ahorrar debes hacer un esfuerzo por comer en tu casa y evitar
salir.
·
Elige alimentos baratos y nutritivos. En vez de comprar comida ya
preparada o procesada, intenta buscar comida fresca y recorre el pasillo de
verduras en tu almacén local. ¡Quizás te sorprenda lo barato que es comer sano!
Por ejemplo, el arroz integral, una comida muy nutritiva y que seguramente
satisfará tu apetito, se puede encontrar en grandes paquetes de 9 kilogramos
por menos de dos dólares el kilogramo.
·
Aprovecha los descuentos. Muchas tiendas de comestibles (sobre todo las
cadenas grandes) entregan cupones y descuentos al momento de llegar a la caja
registradora. ¡No los desperdicies!
·
Si sales a comer con frecuencia, detente. Por lo general es mucho más
barato cocinar algo en casa que pedir un plato equivalente en un restaurante.
Cocinar tu comida de forma regular también te enseña una valiosa habilidad que
puedes utilizar para entretener a tus amigos, satisfacer a tu familia e incluso
atraer intereses románticos.
·
Si tu situación es muy grave, no tengas miedo de sacar ventaja de los
recursos alimenticios gratuitos. Los bancos de alimentos, los comedores y
refugios brindan comida gratuita a quienes la necesitan. Si necesitas ayuda,
contacta a tu departamento de servicios sociales local para obtener más
información.
14
Reduce el consumo
energético. La mayoría de las personas aceptan el precio en su factura de
servicios mensuales sin ninguna queja. De hecho, es posible reducir
considerablemente el uso de energía (y por lo tanto, la factura mensual) con
solo seguir unos simples pasos. Estos trucos son tan sencillos que
prácticamente no existe razón para evitarlos si deseas ahorrar dinero. Y lo
mejor de todo es que reducir la cantidad de energía que usas también reduce la
cantidad de contaminación que produces indirectamente, minimizando el impacto
producido sobre el ambiente.
·
Apaga las luces cuando no estés cerca. No hay razón para dejar las luces
prendidas si no estás en la habitación (o en la casa), por lo tanto, apágalas
cuando te vayas. Si te cuesta recordarlo, intenta dejar una nota adhesiva en la
puerta.
·
Evita usar calefacción o aire acondicionado a menos que no quede otra
opción. Para mantenerte fresco, abre una ventana o usa un pequeño ventilador
personal. Para mantenerte caliente, usa muchas capas de ropa, una manta o un
calentador ambiental.
·
Invierte en un buen aislamiento. Si no puedes darte el lujo de pagar un
gran proyecto de mejoras en tu hogar, reemplazar el aislamiento viejo y con
fugas de tus paredes por un aislamiento moderno de alta eficiencia podría
ayudarte a ahorrar dinero a largo plazo al evitar que el aire interno (caliente
o frio) de tu casa se escape.
·
Si puedes hacerlo, invierte en paneles solares. A modo de inversión
seria en tu futuro (y también en el del planeta), los paneles solares son la
mejor opción. Si bien su costo inicial puede ser muy alto, la tecnología solar
se vuelve más barata cada año.
15
Usa métodos de
transporte más económicos. Poseer, mantener y hacer funcionar un coche
son tareas que consumen una gran parte de tus ingresos. Dependiendo de cuánto
manejes, el combustible podría costarte cientos de dólares por mes. Además de
esto, al tener un coche también tendrás que afrontar gastos por los derechos de
la licencia y por mantenimiento. En lugar de conducir, usa una alternativa más
barata (o incluso gratuita). Esto no solo te ahorrará dinero, sino que también
te permitirá tener tiempo extra para ejercitarte y reducir el estrés de tu
viaje diario al trabajo.
·
Investiga las opciones de transporte público disponibles en tu
localidad. Dependiendo de dónde vivas, podrías tener a tu disposición una
variedad de opciones baratas para el transporte público. La mayoría de las
grandes ciudades cuentan con metros o líneas de tranvías que entran y salen de
la ciudad, mientras que las ciudades de tamaño medio suelen tener sistemas de
autobuses o trenes a tu disposición.
·
Considera la opción de ir caminando o en bicicleta al trabajo. Si vives
lo suficientemente cerca de tu lugar de trabajo para que esto sea algo
factible, ambas alternativas son excelentes para llegar al trabajo de manera
gratuita y al mismo tiempo te permiten tomar aire fresco y ejercitarte.
·
Si viajar en coche es algo inevitable, considera usarlo de forma
compartida. De esta manera podrás compartir los gastos de combustible y
mantenimiento con las personas que viajen en el coche. Además, tendrás alguien
con quien hablar durante tu viaje al trabajo.
16
Diviértete de forma
económica (o gratuita). Si bien reducir tus gastos personales puede implicar
quitar los lujos frívolos de tu vida, no necesariamente tienes que dejar de
divertirte si quieres ahorrar. Cambiar tus hábitos de ocio y actividades
recreativas por unas más asequibles te permitirá lograr el balance perfecto
entre diversión y responsabilidad. ¡Podrías quedar sorprendido por toda la
diversión que puedes tener por solo unos cuantos dólares si eres ingenioso!
·
Mantente al día sobre los eventos de la comunidad. Hoy en día, la
mayoría de los pueblos y ciudades cuentan con calendarios de eventos en la web
donde podrás encontrar los próximos eventos en tu zona. A menudo, los eventos
organizados por el gobierno local o las asociaciones de vecinos son muy baratos
y en algunas ocasiones gratuitos. Por ejemplo, en una ciudad de tamaño medio,
con frecuencia es posible asistir a exposiciones de arte gratuitas, ver
películas en un parque local o ir a reuniones de la comunidad financiadas mediante
donaciones.
·
Lee. Comparados con las películas y los videojuegos, los libros son más
baratos (sobre todo si los compras en una librería de libros usados). Los
libros buenos pueden ser absolutamente cautivadores, permitiéndote experimentar
la vida a través de los ojos de personajes interesantes o aprender cosas nuevas
que de otra forma nunca hubieses descubierto.
·
Disfruta de actividades económicas con tus amigos. Prácticamente no hay
límite para la cantidad de cosas que requieren poco o incluso nada de dinero y
que puedes hacer con tus amigos. Por ejemplo, puedes dar una caminata, jugar un
juego de mesa, mirar películas en algún cine de películas antiguas a bajo
precio, recorrer partes de tu ciudad a las cuales nunca hayas ido o practicar
algún deporte.
17
Evita las
adicciones costosas. Algunos malos hábitos pueden poner un gran freno a tus esfuerzos
por ahorrar. En los peores escenarios, estos hábitos pueden convertirse en
adicciones serias que prácticamente son imposibles de superar sin ayuda. Y peor
aún, muchas de estas adicciones pueden ser extremadamente peligrosas para tu
salud a largo plazo. Ahórrale a tu cartera (y a tu cuerpo) el problema de tener
que atravesar por alguna de estas adicciones evitándolas desde un primer
momento.
·
No fumes. En la actualidad, los efectos nocivos del consumo de tabaco
son muy conocidos. Fumar puede traer problemas serios como cáncer de pulmón,
enfermedades del corazón, derrame cerebral y una gran variedad de enfermedades
graves.[8] Además de
esto, los cigarrillos son caros; dependiendo de dónde vivas, pueden costar
hasta $14 el paquete. [9]
·
No bebas en exceso. Si bien tomar una o dos copas con tus amigos no te
hará daño, el consumo excesivo de alcohol puede causarte serios problemas a
largo plazo, como una enfermedad hepática, deterioro cognitivo, sobrepeso,
delirio e incluso la muerte.[10] Además, tener
adicción al alcohol puede implicar una carga financiera muy grande.
·
No pruebes las drogas adictivas. Las drogas como la heroína, la cocaína
y la metanfetamina son extremadamente adictivas y pueden generar una variedad
de efectos muy nocivos (incluso letales) a tu salud y además suelen ser mucho
más caras que el alcohol y el tabaco. Por ejemplo, el cantante de música
country Waylon Jennings en un momento llegó a gastar $1.500 por día debido a su
adicción a la cocaína.[11]
·
Si necesitas ayuda para superar una adicción, no dudes en
contactarte con alguna línea telefónica directa que trate la adicción.
18
Primero gasta tu
dinero en las cosas que sean absolutamente esenciales.Cuando se trata de
gastar dinero, existen ciertas cosas de las cuales nadie puede prescindir.
Estas cosas (a saber, comida, agua, vivienda y ropa) son tu primera prioridad
cuando se trata de gastar tu efectivo. Obviamente, si te quedas sin hogar o
pasas hambre, se vuelve muy, muy difícil cumplir el resto de tus metas
financieras, por lo tanto, debes asegurarte de contar con el dinero suficiente
como para cubrir estos requerimientos mínimos antes de gastar dinero en
cualquier otra cosa.
·
Sin embargo, solo porque las cosas como la comida, el agua y un refugio
para vivir son cosas importantes no necesariamente significa que debes
derrochar dinero en ellas. Por ejemplo, disminuir la cantidad de veces que
comes fuera de tu casa es una manera sencilla de reducir drásticamente tus
gastos de alimentación. De la misma forma, mudarse a una zona con casas o
alquileres más baratos es una gran manera de gastar menos dinero en tu
vivienda.
·
Dependiendo de dónde vivas, los gastos de vivienda pueden ocupar una
gran parte de tus ingresos. En general, la mayoría de los expertos desaconsejan
aceptar cualquier contrato de vivienda que tenga un costo superior a un tercio
de tus ingresos.[12]
19
Ahorra para un
fondo de emergencia. Si aún no tienes un fondo de emergencia con suficiente dinero para
sobrevivir en caso de que pierdas tus ingresos de forma repentina, empieza a
contribuir en uno de inmediato. Tener una cantidad de dinero razonable
acumulada en una cuenta de ahorros segura te brinda la libertad para solucionar
tus asuntos con comodidad en caso de que pierdas tu empleo. Luego de los gastos
destinados a las cosas esenciales, debes dedicar una parte de tus ingresos a la
creación de una cuenta de ahorros hasta que tengas el dinero necesario como
para cubrir aproximadamente entre 3 y 6 meses de gastos de manutención.
·
Ten en cuenta que los gastos de manutención pueden variar mucho en
función de la situación financiera local. Si bien es posible sobrevivir con
$1.500 durante algunos meses en ciudades como Detroit o Phoenix, es probable
que este monto no sirva ni para pagar un mes de alquiler en un apartamento
barato en la ciudad de Nueva York. Si vives en una zona costosa, naturalmente,
tu fondo de emergencia tendrá que ser más grande.
·
Además de brindarte la paz mental de saber que todo estará bien en caso
de que tengas dificultades en tu vida, tener un fondo de emergencia también
puede hacerte ganar dinero a largo plazo. Si pierdes tu empleo y no tienes
un fondo de emergencia, quizás te veas forzado a aceptar el primer trabajo que
encuentres, incluso aunque no te paguen bien. Por otro lado, si puedes
sobrevivir sin trabajo por un tiempo, puedes darte el lujo de ser mucho más
selectivo y probablemente puedas conseguir un trabajo mejor remunerado.
20
Próximo paso: pagar tus
deudas. Si no las controlas, las deudas pueden desbaratar todos tus
esfuerzos por ahorrar. Si solo te enfocas en cubrir los pagos mínimos de tus deudas,
terminarás pagando mucho más en impuestos que si hubieses pagado con
anterioridad. Ahorra dinero a largo plazo dedicando una buena parte de tus
ingresos al pago de las deudas para que puedas cancelarlas tan pronto como sea
posible. Como regla general, pagar primero los préstamos que tengan mayores
intereses es la forma más efectiva de gastar tu dinero.
·
Una vez que hayas logrado cubrir tus gastos esenciales y construir un
fondo de emergencia de un tamaño razonable, puedes dedicar con seguridad
prácticamente todo los ingresos restantes para cancelar tus deudas. Por otro
lado, si no cuentas con un fondo de emergencia, probablemente tengas que
dividir tu ingreso adicional para que puedas destinar una parte al pago de tus
deudas mensuales y la otra a tu fondo de emergencia.
·
Si tienes deudas de muchas fuentes diferentes y tu situación es grave,
intenta unificar tus deudas. Quizás puedas pagar todas tus deudas mediante un
único préstamo con una tasa de interés muy baja. Sin embargo, si haces esto
debes considerar que el plan de pagos para este tipo de préstamos puede tener
una duración superior al que tenían tus deudas iniciales.
·
También podrías intentar negociar directamente con tu prestamista en
busca de una tasa de interés más baja. Tu prestamista seguramente no tiene la
intención de dejarte caer en bancarrota, por lo tanto, quizás esté de acuerdo
en ofrecerte una tasa de interés menor para que puedas pagar el préstamo.
21
Ahora guarda tu
dinero. Si ya creaste un fondo de emergencia y pagaste todas (o casi
todas) tus deudas, probablemente sea conveniente que empieces a destinar tu
dinero adicional a una cuenta de ahorros. El dinero que depositas de esta forma
es diferente al que se encuentra en tu fondo de emergencia. Mientras que el
dinero que se encuentra en tu fondo de emergencia no se debe utilizar a menos
que sea absolutamente necesario, tus ahorros normales están disponibles para
realizar compras grandes e importantes, como la reparación del coche que usas
para ir al trabajo. Sin embargo, en general debes evitar usar tus ahorros para
que, con el tiempo, tus ahorros totales crezcan. De ser posible, intenta
destinar al menos un 10 o 15% de tu ingreso mensual a tus ahorros a partir de
los 20 años. Muchos expertos aseguran que esta es una meta muy saludable. [13]
·
Cuando recibes un pago, puede ser tentador hacer inmediatamente una
compra impulsiva. Para evitar esto, deposita tus ahorros en tu cuenta tan
pronto como recibas el dinero. Por ejemplo, si intentas ahorrar un 10% de
tu ingreso y recibes un pago de $710,68, inmediatamente deposita el 10% (hazlo
moviendo la coma decimal un espacio hacia la izquierda), es decir, $71,07. Esta
práctica puede ayudarte a evitar gastos innecesarios y a acumular una buena
cantidad de dinero con el paso de los años.
·
Una idea aún mejor es automatizar todas las partes del proceso de ahorro
que puedas para que ni siquiera sientas la tentación de gastar tu dinero. Por
ejemplo, habla con tu empleador acerca de la creación de un sistema de depósito
automático a través de tu banco o mediante una aplicación de terceros. De esta
forma, podrás transferir la cantidad que desees o un porcentaje de cada sueldo
a una cuenta corriente o de ahorros sin tener que realizar ningún esfuerzo
adicional.
22
Siguiente paso: gasta tu
dinero en cosas prescindibles, pero beneficiosas. Si después de haber
dedicado una cantidad razonable de tu ingreso a tu cuenta de ahorros cada mes,
aún te queda algo de dinero, debes considerar hacer algunas inversiones en
cosas no esenciales que puedan mejorar tu productividad, tu potencial de
ingresos y tu calidad de vida a largo plazo. Si bien este tipo de adquisiciones
no son esenciales de la misma forma en que lo son la comida, el agua y la
vivienda, son elecciones inteligentes a largo plazo que podrían dar lugar a beneficios
con el paso del tiempo.
·
Por ejemplo, comprar una silla ergonómica para sentarte mientras
trabajas no es algo absolutamente indispensable, pero es una elección
inteligente a largo plazo ya que te permite trabajar más mientras minimizas tu
dolor de espalda (lo cual, casualmente, puede ser algo costoso de tratar si se
convierte en un problema serio). Otro ejemplo es reemplazar el viejo y molesto
calentador de agua. Mientras que el calentador viejo puede bastar a corto
plazo, comprar uno nuevo te evitará los gastos de reparación que hubieses
tenido que afrontar si el calentador viejo se rompía, por lo cual ahorrarás
dinero a largo plazo.
·
Otros ejemplos incluyen compras que te permitan llegar a tu trabajo de
forma más económica, como el abono anual o mensual para el transporte público,
herramientas que te permitan trabajar de forma más efectiva, como auriculares
para el teléfono en caso de que tengas un trabajo en el que tengas que usar tus
manos o compras que faciliten tu trabajo, como inserciones de gel en tus
zapatos que te permitan mejorar tu postura.
23
Y por último, los
lujos. Ahorrar no se trata únicamente de tener una vida dura y de
escasez. Cuando hayas cancelado tus deudas, creado un fondo de emergencia y
gastado dinero en compras inteligentes que den beneficios a largo plazo, está
BIEN gastar algo de dinero en ti mismo. Gastar en lujos de forma sana y
responsable es una forma de mantenerse sano mientras trabajas duro, por lo
tanto, no temas hacer una celebración por lograr acomodar tu situación
financiera con una compra lujosa pero razonable.
·
Los lujos incluyen cualquier cosa que no sea un bien o servicio esencial
y proporcionan pequeños (o nulos) beneficios a largo plazo. Esta amplia
categoría incluye cosas como salidas a restaurantes costosos, vacaciones,
coches nuevos, televisión por cable, dispositivos costosos y muchas cosas más.
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Consejos
·
Siempre debes sobrestimar tus gastos y subestimar tus
ingresos.
·
Cuida tus pertenencias. De esta forma, no deberás cambiar tanto tus
cosas. Además, no reemplaces nada a menos que sea absolutamente necesario. Por
ejemplo, solo porque se rompa el motor de tu cepillo de dientes eléctrico no
significa que este deje de servir. Continúa usándolo y una vez que estés listo
compra uno nuevo o consulta la garantía.
·
Haz compras con billetes (no con el cambio exacto) y guarda siempre el
cambio. Utiliza una alcancía o un tarro para guardar las monedas. Las monedas y
el cambio pueden parecer insignificantes pero cuando se acumulan con el tiempo
pueden ayudarte a ahorrar. Algunos bancos ahora ofrecen maquinas gratuitas de
conteo de monedas. Al canjear tus monedas, solicita el pago mediante un cheque
para que no sientas la tentación de gastar el efectivo.
·
Cada vez que vayas a comprar algo piensa en la cosa por la cual estás
ahorrando y el porcentaje aproximado de tus ahorros que representa esta compra
y notarás que con frecuencia evitarás hacer el gasto.
·
Si sueles recibir la misma cantidad de dinero de forma regular, te será
más sencillo hacer un presupuesto de tu dinero a lo largo del tiempo. Si, en
cambio, tienes un ingreso variable, te será más complicado anticipar tus gastos
ya que no sabrás cuándo será tu próximo ingreso. Ordena las categorías de tu
presupuesto según su importancia y paga primero las cosas más relevantes. Juega
seguro; asume que pasará un buen tiempo antes de que vuelvas a conseguir
dinero.
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Usa afirmaciones. Por ejemplo, repite esta afirmación hasta memorizarla:
tener deudas no es una opción.
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Si recibes dinero sin esperarlo, destina todo (o la mayor parte) a tus
ahorros, pero de todas formas continúa apartando el monto que tienes
planificado de forma regular. De esta manera lograrás tus metas de ahorro más
pronto.
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Incluso aunque REALMENTE quieras algo, pregúntate, ¿REALMENTE lo
necesitas? Más de la mitad de las veces la respuesta será un gran no.
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La mayoría de las personas pueden ahorrar algo independientemente
de sus ingresos. Comenzar ahorrando una cantidad pequeña puede ayudarte a
desarrollar el hábito de ahorrar. Incluso ahorrar aunque sea $5 por mes te
enseñará que no necesitas tanto dinero como piensas.
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Si no tienes el valor para destruir todas tus tarjetas de crédito, por
lo menos congélalas. Ponlas en un recipiente, llénalo de agua y colócalo en el
congelador. De esta forma, si sientes la urgencia de usar una tarjeta de
crédito, tendrás que esperar hasta que el hielo se derrita y durante este
tiempo podrás entrar en razón y comprender que en realidad no
necesitas comprar aquello que querías.
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Advertencias
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Si cometes un error no te castigues por ello. Solo intenta hacerlo mejor
la próxima vez que te paguen.
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Luego de una larga semana de trabajo, quizás desees disfrutar de algún
lujo, diciéndote algo como, "merezco esto". Recuerda que las cosas
que compras no son regalos para ti; son intercambios, productos por dinero. Di,
"por supuesto, merezcoesto, pero ¿puedo pagarlo?
Si no puedo permitirme este gasto, aún sigo siendo una persona digna y
¡aún merezco cumplir mis metas de ahorro!"
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No vayas a "mirar escaparates" con dinero en tus bolsillos. Si
lo haces, sentirás la tentación de gastar dinero que no puedes permitirte
perder. Solo ve de compras con una lista de productos escrita de antemano.
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A menos que estés en una situación financiera verdaderamente apremiante
(por ejemplo, si estás a 10 segundos del desalojo y tus tres hijos están
muertos de hambre), no intentes reducir ningún gasto relacionado con la salud.
El cuidado preventivo básico para ti, tu familia y tus mascotas podría costarte
una consulta oficial de $60 o una pastilla de $30 para el parásito del corazón
que sufren los perros, pero evitar estos gastos podría dar lugar a problemas
más caros y muchos dolores de cabeza.
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